Un radiador es un tipo de emisor de calor. Su función es intercambiar calor
del sistema de calefacción para cederlo al ambiente, y es un
dispositivo sin partes móviles ni producción de calor. Forma parte de
las instalaciones centralizadas de calefacción.
En la automoción se emplea un dispositivo semejante que, en España
mantiene el mismo nombre, aunque en este caso no es muy propio, porque
no intercambia por radiación, sino por convección e incluso
ventiloconvección, con un ventilador.
Cuando el dispositivo tiene la función contraria se denomina disipador.
El nombre de radiador proviene de que al principio, cuando se inventó, se suponía que el calor se intercambiaba por radiación
pero, dada la escasa superficie que presenta, solamente en pocos casos
esto es cierto, cuando su temperatura superficial supera los 70 °C. La
mayoría del tiempo (con los sistemas normales de regulación) no se
llega a esa temperatura y la mayor parte del calor se intercambia por convección.
La emisión (o disipación) de calor de un radiador, depende de la
diferencia de temperaturas entre su superficie y el ambiente que lo
rodea y de la cantidad de superficie en contacto con ese ambiente. A
mayor superficie de intercambio y mayor diferencia de temperatura,
mayor es el intercambio.
A menudo se llama radiador a un aparato que se calienta por una
resistencia eléctrica, pero de acuerdo con la definición anterior, esto
sería una estufa,
pues produce su propio calor. Aunque en este caso no hay emisión de
gases u otras sustancias, al menos en el lugar donde se consume la
energía, puede haberla, e importante, en el lugar de producción de la
energía eléctrica. La diferencia entre un radiador y una estufa o un calefactor
es que en el radiador no hay producción de energía, se limita a ser un
disipador del calor que llega al radiador generalmente por una red de
tuberías por las que circula agua calentada en un dispositivo productor
de calor (caldera, generalmente) situado en otro lugar.
Un radiador necesita un mantenimiento consistente en un purgado
periódico, por el cual se elimina el aire que haya entrado en las
cañerías impidiendo la entrada de agua caliente a los elementos que
conforman el radiador. Aparte del purgador, un radiador tiene que tener una entrada de agua caliente con una llave de paso,
y una salida para agua enfriada con otra llave que sirve para el
equilibrado hidráulico y para desmontar el radiador, que se llama detentor.
Cuando un emisor de calor tiene, además del intercambiador, un ventilador para acelerar su acción, se denomina ventiloconvector (a veces más conocido por su nombre en inglés: «fan coil»).
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